Uso de anticonceptivos y el cáncer
Parece lógico pensar que la utilización de cualquier tratamiento hormonal puede influir en la historia natural de cánceres hormono – sensibles. Este tipo de cánceres son los que se reconocen receptores hormonales. Por este motivo, la existencia o sospecha de neoplasias malignas influenciadas por los esteroides sexuales es una contraindicación para el uso de anticoncepción hormonal.
Cáncer de mama:
Respecto al cáncer de mama y la utilización de anticoncepción hormonal hay estudios con resultados contradictorios.
La creencia científica actual basada en revisiones sistemáticas y meta-análisis es que el uso de anticonceptivos hormonales combinados aumenta ligeramente el riesgo de diagnóstico de cáncer de mama premenopaúsico, sobre todo en mujeres jóvenes, con inicio de la anticoncepción antes de los 20 años, y usuarias de larga evolución que retrasan su primera gestación a término y que no experimentan la lactancia materna.
El riesgo de diagnóstico de cáncer de mama en usuarias de anticoncepción respecto a las no usuarias se estima entre el 1,10% y el 1,24%. Este incremento del riesgo desaparece tras 10 años de suspensión de la anticoncepción hormonal.
El retraso o la inexistencia del primer embarazo, el no dar lactancia materna y otros hábitos de vida de las mujeres con mayor nivel socioeconómico usuarias de anticoncepción hormonal pueden ser factores de confusión en este aumento del riesgo. Por otro lado, las usuarias de anticoncepción hormonal suelen acudir a sus controles ginecológicos con frecuencia, permitiendo el diagnóstico del cáncer de mama en estadios más precoces.
También es posible que el uso de anticoncepción hormonal no sea la causa del inicio tumoral, pero sí la causa que precipite su aparición en el tiempo, o la causa de un crecimiento acelerado de un tumor preexistente. Esto explicaría que el uso de anticoncepción hormonal no aumente el riesgo de cáncer de mama postmenopáusico, y que reduzca el riesgo de cáncer metastásico en etapas posteriores de la vida, a pesar de que el riesgo de cáncer de mama global aumenta con la edad.
Cáncer de cuello de útero:
El riesgo de displasia y carcinoma in situ de cérvix aumenta con el uso de anticoncepción hormonal durante más de un año. El riesgo de cáncer cervical invasor aumenta tras cinco años de uso de anticoncepción hormonal. Esto hace que se duplique el riesgo cuando alcanza los diez años de uso de anticonceptivo.
Existen posibles factores de confusión en estos resultados para usuarias de anticoncepción hormonal como son: la edad de inicio de las relaciones sexuales, el número de parejas sexuales, el hábito tabáquico, la utilización conjunta de método de barrera (preservativo), y sobre todo de la existencia de infección por el virus del papiloma humano (VPH).
Otro factor a tener en cuenta en la detección de lesiones premalignas son las revisiones ginecológicas. Las usuarias de anticoncepción hormonal suelen realizarse revisiones periódicas con estudios citológicos.
El riesgo de cáncer de cérvix declina tras abandonar la anticoncepción hormonal, hasta igualarse con la población general a los diez años del desuso .
Después de estas consideraciones cabe preguntarnos:
¿La anticoncepción hormonal combinada facilita la infección cervical por el VPH y el desarrollo de su malignidad? En la actualidad no hay estudios que lo avalen.
Estrategias para evitar la aparición de cáncer de cérvix en usuarias de anticoncepción hormonal pueden ser:
- Vacunación contra VPH.
- Utilización de método de barrera en etapas de promiscuidad sexual.
- Controles citológicos periódicos.
En conclusión, los datos que relacionan las enfermedades neoplásicas con el uso de anticonceptivos son confusos, no pudiéndose establecer en la actualidad una relación entre el uso de la anticoncepción hormonal y el desarrollo de cáncer de cuello de útero y / o mama.
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